Los rostros cabizbajos de los jugadores machalinos, sólo fueron el fiel reflejo de la tristeza que se vivió en la final del Campeonato Nacional de Balonmano, categoría Cadetes, que se disputó en el gimnasio polideportivo Guillermo Chacón. Unión Machalí BM, se encaramó entre los dos mejores para llevarse por primera vez en su corta historia, la corona del mejor de Chile.

En un partido vibrante desde el comienzo, los pupilos de Alex O’Brien, debieron lidiar siempre con el marcador en contra, mientras Maipú (los campeones), defendían la ventaja con uñas y dientes. Transcurridos los minutos, el equipo santiaguino se afianzó en la pista y estiró las cifras (25-20).

«Quedamos con esa sensación de amargura, porque estábamos en nuestra casa, con nuestra gente y no pudimos sacar la tarea adelante. Teníamos la ilusión y habíamos trabajado para ser los mejores. De seguro esta derrota, nos servirá para sacar lecciones y experiencia. Agradezco el compromiso y entrega de los jugadores», dijo O’Brien.

El gerente de la Corporación de Deportes y Recreación de Machalí, Diego Ramírez, también sumido en la amargura, destacó el desempeño del equipo y «la organización del evento. Quizás hubo detalles y muchas cosas por mejorar pero siento que las delegaciones se fueron satisfechas con el trato y la hospitalidad.  Hace sólo dos años nos decidimos apoyar el balonmano y hoy ya podemos decir que somos los subcampeones del país».

Para el anecdotario, quedará el tercer lugar de Concepción. Mientras que el mejor jugador del torneo, recayó en Juan Pablo Oviedo de Unión Machalí BM.