Según el último Perfil Epidemiológico de la Seremi de Salud O´Higgins, el Cáncer de Próstata queda posicionado como el cáncer más frecuente en los hombres de la región de O´Higgins, con una tasa de mortalidad de 34.0 casos por 100.000 habitantes, superando a la tasa del país que corresponde a 23.3 casos por 100.000 habitantes, durante el año 2016.

El Cáncer de próstata es una enfermedad cada vez más frecuente en nuestro país, cada año mueren dos mil chilenos por cáncer de próstata. En O´Higgins, la Provincia de Cardenal Caro es la que presenta mayor tasa de mortalidad por cáncer de próstata, seguida por la provincia de Colchagua y Cachapoal sucesivamente.

¿Qué es la Próstata? 

La próstata es una de las glándulas sexuales masculinas. Tiene el tamaño de una nuez y sirve para la producción de líquido seminal, que forma parte del semen.

El cáncer prostático se produce cuando algunas células prostáticas mutan y comienzan a multiplicarse descontroladamente. Éstas también podrían propagarse desde la próstata a otras partes del cuerpo, especialmente a los huesos y los ganglios linfáticos, originando una metástasis.

“El diagnóstico precoz es relevante, ya que permite detectar tumores en etapas tempranas de su evolución, siendo curables con el tratamiento adecuado y a tiempo. Para ayudar a diagnosticar existen dos formas, el tacto rectal y también el antígeno prostático, el cual es un examen de sangre que cuando está elevado permite sospechar la presencia de la enfermedad”. Subrayó el Seremi de Salud, Dr. Rafael Borgoño.

A su vez, el encargado del Programa de Prevención de Cáncer de la Seremi de Salud O´Higgins, Arnaldo Quitral, comentó que “aunque es poco común tener síntomas en edad temprana, se recomienda cumplido los 40 años visitar a un especialista, idealmente un urólogo, y luego seguir con las visitas, las cuales serán según estime el médico especialista”.

Síntomas:

El hombre que padece cáncer de próstata en etapas iniciales no tiene síntomas. Posteriormente, estos varían de un individuo a otro, algunos son:

• Dificultad para empezar o detener el flujo de orina.

• Necesidad de orinar frecuentemente, especialmente durante la noche.

• Flujo débil de orina.

• Flujo de orina que comienza y se detiene.

• Dolor o ardor al orinar.

• Dificultad para tener erecciones.

• Sangre en la orina o en el semen.

• Dolor frecuente en la parte baja de la espalda, caderas o parte superior de los muslos.