Durante la mañana del miércoles 14 de octubre, funcionarios del Hospital Regional Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO) realizaron la primera cirugía TAMIS del establecimiento. La Transanal Minimally Invasive Surgery (TAMIS), o Cirugía Transanal de Mínima Invasión, es una intervención quirúrgica que permite extirpar lesiones cancerígenas y pre cancerígenas a pacientes con diagnóstico temprano, evitando las complicaciones postoperatorias de los antiguos procedimientos. 

La cirugía, realizada por los doctores Gustavo Montesinos y Maximiliano Figueroa, se efectuó a un paciente de 77 años que presentó un sangrado rectal, y que en la colonoscopía arrojó un pólipo, que es el crecimiento anormal de mucosas. “Anteriormente se le habría hecho una cirugía vía abdomen, pero esta vez se hizo este procedimiento transanal (TAMIS), que nos permitió extraer en menos tiempo la lesión. El paciente está en buenas condiciones y el plan es darlo de alta en su segundo día de postoperatorio”, indicó el cirujano colorrectal del HRLBO, Dr. Gustavo Montesino.

De acuerdo al cirujano endoscopista del HRLBO, Dr. Maximiliano Figueroa, la cirugía TAMIS “se realiza a través de un orificio natural que es el ano, sin la necesidad de hacer una intervención en la vía abdominal, como se hace en la laparotomía (cirugías abiertas) o de inserción de trócares (cirugías laparoscópicas). El objetivo es poder resecar o extirpar lesiones neoplásicas, cancerígenas, o preneoplásica, en etapa temprana de malignización”.  

Pero, para poder realizar este tipo de cirugías es imprescindible detectar las lesiones rectales de forma temprana. “Se deben detectar al inicio, nunca cuando están avanzadas. Es muy importante que sea precozmente porque estas lesiones pueden crecer y transformarse en algo maligno, un cáncer”, aseguró el doctor Montesinos. 

Según lo señalado por el doctor Figueroa, la cirugía que se realiza con un dispositivo denominado monoportal o puerto único que utiliza dos pinzas y una cámara de alta resolución, es mínimamente invasiva, “dado que se hace la extirpación de la lesión rectal sin la necesidad de cortar ningún segmento del recto, evitando la necesidad de hacer anastomosis, que es la unión del recto con el colon. Todo esto minimiza el riesgo de fugas o filtraciones”.

“La idea de esta cirugía de mínima invasión es que el dolor postoperatorio se obvie, y que no existan riesgos de infección en las heridas, ya que no hay heridas. La reincorporación del paciente a su vida normal es más rápida, lo que disminuye la estadía postoperatoria”, agregó el cirujano endoscopista, Dr. Maximiliano Figueroa.  

“Realizamos un llamado a todos los pacientes mayores de 50 años que tengan sangrado o mucosidad rectal, antecedentes de cáncer de colon o recto, cambios en el hábito intestinal, o baja de peso, a que consulten con un médico para que los evalúen y determinen si es necesario un estudio endoscópico”, concluyó el coloproctólogo, doctor Montesinos.