El sol es la fuente de vida de nuestro planeta. El astro nos entrega la vitamina D necesaria para mantener el calcio de nuestros huesos y es una fuente inagotable de energía eléctrica. Pero además de estas importantes cualidades positivas, el sol puede ser muy dañino para el humano si no se utiliza de manera adecuada y responsable. Exponerse a la radiación solar del tipo ultravioleta (RUV) afecta nuestra piel durante todo el año, pero es en la época de verano cuando causa mayores problemas a la salud de nuestra piel.  

La dermatóloga del Hospital Regional Libertador Bernardo O´Higgins (HRLBO), Dra. María Angélica Macías, explicó los riesgos que genera una alta exposición al sol. “Los daños más frecuentes son las quemaduras de diversos grados y el cáncer. Pero también la exacerbación de patologías dermatológicas previas en pacientes diagnosticados o no diagnosticados, como rosácea, acné, enfermedades autoinmunes como el lupus, melasma, entre otros. También puede producir manchas por contacto con sustancias como bebidas, frutas o perfumes (fitofotodermatitis)”, indicó la especialista.

De acuerdo a la doctora Macías, para no sufrir los efectos de la RUV es importante evitar estar expuesto al sol en el horario más complejo, entre las 11 y 16 horas. “Es recomendable la sombra, pero al estar en contacto con el sol se debe utilizar protector solar (nunca en menores de seis meses), ojalá indicado por su dermatólogo, al menos tres veces al día. Si está dentro de casa en contacto con pantallas tecnológicas, evite la radiación visible por largo tiempo o utilice protector solar. En caso de presentar alguna reacción en la piel que usted crea es generada por el sol o el calor, visite a un especialista”. 

En época de pandemia el uso de mascarilla es de carácter obligatorio. Esto, sumado a la alta radiación, puede tener algunos efectos nocivos para la piel, como dermatosis por calor o humedad, empeorar cuadros como dermatitis, o producir lesiones en pabellones auriculares, nariz y región mandibular. 

Es muy importante que se den los tiempos de respiro para evitar el uso excesivo de la mascarilla, y se aconseja la aplicación de cremas hidratantes y parches en las zonas afectadas. No se laven la cara constantemente, porque pierden la barrera de protección. Cualquier área del cuerpo que permanezca húmeda es propensa a desarrollar micosis u hongos, pero es raro que se presenten hongos por el uso de la mascarilla, excepto cuando se usa prolongadamente, es decir por más de seis u ocho horas consecutivas”, aconsejó la dermatóloga del HRLBO. 

Por último, la dermatóloga solicitó no medicarse sin un consejo médico en el caso de presentar anomalías en la piel. “Si usted detecta una lesión cutánea rara, diferente, siempre consulte a un especialista para no cometer errores del automedicado y hacer que la cura sea peor que la enfermedad”, concluyó la Dra. María Angélica Macías.