La pandemia ha impedido que las y los estudiantes puedan visitar los campos clínicos, por lo que se adoptó una metodología de telesimulación de casos con actores y actrices que simulan ser pacientes. Los resultados han sido bien evaluados por docentes y estudiantes.
“Lo importante no es pasar un ramo. Lo importante es el aprendizaje”. Así califica Catalina Saavedra, estudiante de segundo año de Medicina de la Universidad de O’Higgins, el proceso formativo que se ha visto afectado debido a la pandemia y la imposibilidad de realizar clases presenciales. Dicho desafío se acrecienta en la asignatura de Semiología Médica I, donde se produce la primera aproximación de las y los estudiantes con la práctica clínica. Sin embargo, la contingencia abrió la oportunidad de implementar un innovador sistema de telesimulación de casos reales, lo que permite a los futuros médicos de la UOH avanzar sin perjudicar la calidad de su aprendizaje.
El Jefe de Carrera de Medicina UOH, médico Mario Torres, estaba consciente que después de la declaración de la crisis sanitaria en Chile producto del COVID-19, junto a su equipo debía buscar fórmulas para adaptarse a una nueva realidad. “Lo cierto es que estamos trabajando desde hace tres de años en la simulación clínica, creando espacios para tal efecto al interior del campus, buscando que las y los estudiantes se familiarizaran con el proceso de consulta y diagnóstico de los pacientes antes de dar sus primeros pasos en campos clínicos reales”, explicó el facultativo.
“Pero en el contexto actual –prosiguió el docente- nos vimos en la obligación de reinventarnos, de seguir con nuestro método de enseñanza sin perder la esencia del mismo. Así nace la telesimulación, donde llevamos la experiencia a un formato online. Al igual que en la simulación presencial, contamos con actores y actrices que interpretan sus roles de pacientes en base a casos preparados por un equipo de docentes clínicos. Las y los estudiantes deben realizar la consulta siguiendo los protocolos propios de una real, siempre bajo la supervisión de un docente”.
El realismo es uno de los factores más importantes en las telesimulaciones. Por lo mismo, los actores y actrices también son capacitados con antelación en la materia. “Cuando comenzamos, acudíamos a voluntarios y gente que quería participar. Pero fue surgiendo un interés y se nos acercaron personas que nos ofrecían ir un paso más allá. Es así como nos contactamos con la actriz Carolina Álamos, graduada de la Universidad Católica , quien capacitó de muy buena forma a nuestros actores/pacientes”, comentó el médico Mario Torres.
Una experiencia realista
Toda esta apuesta llena de realismo tenía un solo objetivo: generar un ambiente apropiado para el aprendizaje. “Los estudiantes comenzaron con algunas dudas, ya que esperaban tener contacto con pacientes reales. Afortunadamente se han logrado los objetivos del curso”, reflexionó el jefe de Carrera de Medicina.
Para Catalina Saavedra toda la experiencia ha sido enriquecedora, a pesar de los problemas iniciales. “No fue fácil adaptarse a la metodología online. Pero los profesores adoptaron muy buenas estrategias para sortear esta situación y lograr que no se nos dificultaran tanto las actividades prácticas como son las entrevistas a los pacientes”, manifestó la estudiante de Medicina, aseverando que “he aprendido bastante a pesar de no tener un contacto directo”.
El médico Mario Torres evidenció que “existe un equipo amplio de académicos trabajando en la telesimulación. Son 64 estudiantes divididos en diez grupos, cada uno a cargo de docentes y médicos que observan y evalúan la situación. A ellos sumemos al grupo de profesores y los docentes clínicos que preparan la escena con casos reales”.
Este rigor ha dado buenos resultados. “En tiempos normales, podíamos observar un crecimiento y evolución de los estudiantes con el correr de las semanas. Con la telesimulación hemos comprobado que este aprendizaje se produce de igual forma, al evaluar los resultados de la primera sesión con la quinta. Se percibe un crecimiento, similar al que veíamos en la misma situación en campos clínicos”, explicó el facultativo.
“Al fin y al cabo nuestra carrera es muy social –comenta Catalina-, depende mucho de la interacción entre las personas. Usando las plataformas actuales, podemos ver a los pacientes y hablar con ellas al mismo tiempo. Vemos sus gestos, los escuchamos, tenemos los elementos de juicio para elaborar un diagnóstico”.
“He adquirido conocimiento, que es lo importante. Frente al paciente, aunque sea un actor, uno sigue los mismos protocolos y la entrevista permite indagar el motivo de la consulta. Por mi parte, al menos, estoy conforme con esta forma, que probablemente se quedara con nosotros un tiempo”, agregó la estudiante.
El jefe de Carrera de Medicina explicó que “esta metodología no estaba en el currículo, pero probablemente quedará instalada. No será fácil volver a los campos clínicos, incluso después de que pase la peor parte de la crisis. Ante eso, la telesimulación es una muy buena solución”.
Finalmente Catalina comentó que los buenos resultados de esta iniciativa radican especialmente en “que los profesores han sido muy empáticos. Entonces, a pesar de que vivimos una situación complicada que nos puede desmotivar, han aplicado las metodologías correctas para motivarnos y aprender. Existe una excelente comunicación entre alumnos y docentes. Cuando enfrentamos un problema, ellos nos escuchan y nos ayudan. Eso facilita mucho el aprendizaje”.